domingo, 8 de diciembre de 2013

Reconocimiento mundial de la medicina tradicional china.

Se trata de una actividad que cada día se hace más conocida en el medio y va ganando adeptos debido a su utilización como terapia aplicable a pacientes con determinadas patologías: me refiero concretamente a la acupuntura.

La acupuntura es quizás la referencia más importante en la medicina tradicional china y forma parte inseparable e indisoluble de los sistemas de salud vigentes en la República China, extendida a otros países asiáticos.

Se comenzó a utilizar hace más de 2500 años y su teoría ya estaba bastante perfeccionada en tiempos remotos, tal como puede comprobarse en muchas obras clásicas chinas. En el siglo VI se introdujo en los países vecinos -donde se aceptó con facilidad- y a comienzos del siglo XVI llegó a Europa.


Durante los dos últimos decenios, la acupuntura se ha difundido en todo el mundo y ello  ha estimulado el perfeccionamiento de esta terapia, en particular mediante estudios realizados a partir de sus perspectivas médicas y metodologías de investigación modernas.
Muchos elementos de la medicina tradicional china son beneficiosos y la Organización Mundial de la Salud anima y respalda a los países a fin de que identifiquen remedios y prácticas inocuas y eficaces para su utilización en los servicios de salud públicos y privados.

El Organismo ha hecho especial hincapié en la necesidad de apoyar la investigación sobre la acupuntura y su aplicación adecuada, instando en 1991 en la 44ª Asamblea Mundial de la Salud a los Estados Miembros a que introdujeran medidas para su reglamentación y control.

La difusión de la acupuntura fuera de su marco de origen hizo evidente la necesidad de disponer de una terminología común para facilitar la comunicación en la enseñanza, la investigación, la práctica clínica y el intercambio de información.

En 1989 la OMS convocó un Grupo Científico que aprobó una nomenclatura normalizada internacionalmente, que se está difundiendo y aplicando ampliamente.
El Grupo Científico recomendó asimismo que dicho Organismo Internacional preparase una serie de declaraciones y directrices sobre acupuntura relativas a capacitación básica,  seguridad en la práctica clínica, indicaciones y contraindicaciones e investigación clínica.

Finalmente, la Oficina Regional de la OMS para el Pacífico Occidental publicó en 1995 el trabajo denominado “Directrices para la investigación clínica sobre la acupuntura”.


Las directrices comprenden los requisitos básicos para la capacitación de acupuntores no médicos y también aquellos médicos que deseen utilizarla en su labor clínica.
Tienen por objeto ayudar a las autoridades sanitarias nacionales en la formulación de normas y el establecimiento de exámenes oficiales así como a las Facultades e Instituciones ligadas con la medicina que deseen organizar programas de capacitación. Estas recomendaciones están destinadas a hospitales, clínicas y profesionales y contienen normas que procuran reducir al mínimo los riesgos de infección y accidentes, alertar a los acupuntores acerca de las contraindicaciones y orientar sobre la manera de afrontar las complicaciones que aparezcan durante el tratamiento.


La creciente popularidad de la acupuntura en los últimos años como forma de terapia, sumada al interés de algunos países por introducirla en la atención primaria de salud, hace que las autoridades sanitarias nacionales deban garantizar la seguridad y la competencia en su uso.
En aquellos países con un sistema educativo que prevé centros oficiales de formación en medicina tradicional china y en los cuales la acupuntura está firmemente arraigada como componente normal de la atención sanitaria, la capacitación puede prolongarse durante varios años a nivel universitario y se han creado mecanismos adecuados para la supervisión de sus profesionales.

Para otros países -donde la “medicina occidental moderna” constituye la única base del sistema sanitario nacional- la situación es diferente y, en algunos casos, no se dispone de un marco educativo, profesional o legislativo para reglamentar la práctica de la acupuntura.

La utilización de la acupuntura en la atención médica moderna supone sacarla de su contexto tradicional y aplicarla como técnica terapéutica para un número limitado de afecciones en las cuales tiene una eficacia demostrada, sin necesidad de conciliar demasiado las teorías en las cuales se basan la medicina “occidental” moderna y la tradicional china.


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